lunes, 9 de enero de 2012

Un monje



La naturaleza bien podría seguir patrones de desarollo superpuestos perfectos e inmutables. Si tuvieramos a bien descubrir que lo que llamamos realidad en funcíón  de lo que observamos  no es sino la mera superposición de formas articuladas sobre un esquema bien definido  pero en capaz infinitas cada vez hacia capas superiores e inferiores, seria bastante desconcertante.
En ocaciones  suelos entirme mal por ciertos aspectos del mundo, a veces  me dan las de que no comprendo a nadie, o que la gente simplemente es tonta, que nada entienden que prefieren ser de modo estúpido y ver  cosas en la televisión.
Creo que un  monje en un templo o si no monje, un asceta citadino, con el q ue te puedes encontrar mañana sin darte cuenta, sabe  mucho más ha llegado a esferas cognitivas inalcanzables,  sucinto sabe mucho más que tú sobre el operar de la vida  o algún misterio a cabalidad. Creo, lo pensé fugazmente, que ese asceta del camión o el pavimento o ese monje que observa la montaña desde el templo, tienen ese estado supremo de conocimiento por renunciar en principio a molestarse o preocuparse por los dolores ajenos o la ignorancia de los demás y se pusieron a terminar con la propia.¿Rechazo acaso a la humanidad? ¿podría rechazar a  lo anterior sin rechazarme a mí mismo?  De este modo erróneo de pensar juzgamos a la humanidad y así mismo a loq ue de la humanidad hay en nosotros. Piénsalo.(me digo a mí mismo ciberlector ahora de mí)  Primero es el entorno tus vecinos tal vez, luego más cercano y comienzas a ver defectos  en tu familia, luchas contra todos en el día, menos haces el intento por observar la lucha que estás emprendiendo. Pero ¿contra quién es esta lucha?  Sucede también pienso o me he llegado a imaginar que si hay un lacha que no se pelea. es como sombrear. Marcas golpes, sientes que hay alguien frente a tí a quien va ese "recto" gancho" "oper" gancho gancho... etc.  no puedes hacer combinaciones sin pensarlas, pero los golpes no se piensan, es algo así.
 A mi lado tengo una planta cuyas hojas siguen un patrón de crecimiento.  Es  de no creerse desde luego Ciberlector pero  las puntas de cada hoja van hacia la espiral, desde el tallo de cada hoja nace una flor, que al tiempo se seca  y adorna en su belleza marchita, dentro de un envase  el librero.
Good Times Road dicen los Rolling, al fondo queda la noche.

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