La unica razón sostenible para este Espacio
Cibernético es el gusto por teclear y saber que alguien tras la pantalla leerá con el mismo agrado,
Hoy comienza este Blog, sin ningún otro propósito que el que su misma razón le dé.
Quiero hablar de mi tiempo y de lo q ue quizá, observando, sea sólo un recuerdo en el espacio cibernético.
No asumo este hecho de literatura plena, es tal vez un especie de bitacora de vida, más que un diario. Los dedos plasman signos que son espejos. ...
Hace algunos años se deja de ver el atardecer por estas partes de la ciudad. Vivo en las periferías. Consorcios, concesiones, compadrazgos económicos. Se creó un suburbio mercantil dónde el edificio más pequeño tiene quince pisos. No quiero sonar a mexicano no quiero sonar a resentido, pero igual que con las monedas de cincuenta centavos no q uiero dejar por alto cuando desde aquí ya nos e pudo ver el atardecer. Justamente por el poniente donde antes era el basurero Poniente de la Ciudad de México hoy metros en dólares tapan los rayos de la tarde. Desde las barrancas más arriba de las carreteras que van por encima, abstracciones de poder. Caminando el puente si volteas a tu izquierda un amazijo de cuadritos grises son varias colonias dándole forma a las lomas y al fondo tras otras, la estela gris se comienza a extender, la Ciudad. En el segundo puente que une a las barrancas se lee "Bienvenidos a un mundo aparte" es en el puente Jaime Sabines. Le pusieron nombre de poetas a los puentes. Octavio Paz no podía faltar mucho menos, con una moneda de veinte pesos que lo conmemora mirando al vacío. Cuando cambiaron la moneda de cincuenta centavos nos limitamos a verlas con cara de "otra vez". Las periferias de la ciudad lindantes de un emporio comercial; de barrancas y drenajes expuestos. Un escenario ´de calles que se vuelven escaleras que se vuelven callejones. Hay una colonia que se llama "la araña" así se anuncia en el transporte público que sale de Tacubaya. Un panteón de judíos entre lospuentes. Chimeneas quemantes de los gases contenidos por la basura aún en el subsuelo del parque artificial de la Universidad West Hill.
La cuevas de Santa Fe no son un mito. Hay gente viviendo en Cuevas mientras hay heli-taxis a 5 minutos. No son imágenes literarias, no es la ficción sobrepasando la realidad, es la manifestación de lo virtual, en tanto falso que nos quiere decir lo que somos.
Queda algo en nosotros, superior a las ganas de hartarse de lo que no somos.
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